Kate Moss me aburre. No despierta en mi ningún interés o atractivo. Sus escándalos descafeinados tan sólo evidencian lo que ya suponemos y no implican ningún atractivo morboso digno de ser relatado por Kenneth Anger.
Los anónimos modelos protagonistas del catálogo del supermercado Lidl, en cambio, sí me llaman la atención y me intrigan. ¿De dónde saldrán?
Los anónimos modelos protagonistas del catálogo del supermercado Lidl, en cambio, sí me llaman la atención y me intrigan. ¿De dónde saldrán?